Cueva con tinajas, patio jardín, piscina privada.

Me hubiera gustado que hubiera un ascensor, cargar las maletas con tantas escaleras es un auténtico desafío. La habitación era tan pequeña que uno se siente un poco atrapado. Un poco más de espacio no hubiera venido mal!!!

puedo recomendar este hotel a todos for un fin de semana,

Habitación limpia, desayuno completo, la atención es excepcional, siendo de gran ayuda Ana, quien nos proporcionó información valiosa para explorar la ciudad. además, la ubicación es conveniente, a solo 71 km del aeropuerto más cercano, lo que lo hace perfecto para una escapada rápida.

Nada, todo fue perfecto

Aquí va mi experiencia, sin filtros

El trato es amable y el desayuno es variado, aunque no hay ascensor y las habitaciones son mínimas y con poca comodidad. La sensación general es de estar en una pensión vieja, donde el precio no corresponde a lo que se ofrece. Recomiendo este lugar solo si valoras la austeridad.

Un encanto en Iznájar

La terraza es chulísima, con una piscina pequeña donde te puedes refrescar. El desayuno está rico, aunque no es buffet, hay variedad suficiente. Una pena que las habitaciones sean tan pequeñas, como una celda. No hay ascensor, así que prepárate para cargar las maletas. Pero la atención del personal lo compensa, son super majos.

Todo encantador, detalles prácticos y la piscina es un buen alivio para el calor. Me encantó la bodega para cenas románticas. Ana y su maridito, todo un amor con su atención.

La habitación era tan fría que pensé en invitar un pingüino a cenar.

Una opción inmejorable para pasar la noche en Iznájar con una buena relación calidad-precio en general. El desayuno era simple, pero con mermeladas caseras muy ricas que me sorprendieron. Recomiendo explorar el pueblo, las vistas son impresionantes y vale la pena.

La decoración de la habitación era más acogedora que el abrazo de un oso en invierno. La piscina al aire libre fue mi oasis personal, perfecta para disipar el calor de Andalucía. El desayuno fue un festín con mermeladas caseras que podrían conquistar a cualquier amante de lo dulce.

Habitación pequeña

La decoración de la habitación era adecuada y el trato del personal muy cercano. Sin embargo, las dimensiones de la habitación eran pequeñas y el acceso sin ascensor puede ser complicado para algunos. El desayuno es variado, aunque no llega a ser un buffet. Perfecto para una estancia corta si no buscas demasiada comodidad.

La habitación era acogedora y silenciosa, ideal para relajarse. La decoración tenía su encanto rústico, pero el espacio era un poco limitado. Un detalle que me gustó fue la limpieza, todo estaba en orden. Lo mejor fue salir a la piscina después de un día ajetreado. Ana realmente se preocupa por que te sientas bien.

La atención fue amable y la habitación estaba muy limpia. Ana, la encargada, me ofreció información sobre el lugar, lo que hizo la estancia más agradable. El desayuno variado fue uno de los mejores momentos de la mañana. La ubicación facilitó el acceso a los puntos de interés. Uno de los detalles que me impresionó fue el patio, ideal para relajarse. Sin duda, un buen lugar para hospedarse, aunque las habitaciones eran un poco pequeñas.

Las habitaciones son un poco reducidas y el acceso sin ascensor puede ser complicado. El ruido en los pasillos se siente más de lo esperado.

Disfruté mucho la decoración rústica, pero las almohadas eran un poco duras.

volveré

La habitación era súper cómoda, con aire acondicionado y TV de pantalla plana. Tenía un baño privado con ducha, y los detalles como las galletas de bienvenida eran un plus. La terraza era genial para relajarse, y la piscina con tumbonas bajo las sombrillas era perfecta para el sol. Y ni hablar del desayuno, ¡las mermeladas caseras son lo mejor!

Todo al último detalle, habitaciones limpias y cómodas. el desayuno espectacular, con mermeladas caseras y un bizcocho increíble. La ubicación es genial, muy cerca del centro! El trato es muy cercano y amable.

Nada que decir.

Wi-fi rápido y hervidor eléctrico en la habitación, pero muy poca comodidad y espacio.

Tuvimos una estancia maravillosa con un desayuno increíble, muy completo y con mermeladas caseras. La decoración auténtica le dio un toque especial y acogedor.